Como en muchos sectores, la robótica se ha introducido en la avicultura en los últimos años. El robot avícola asiste a diario a los agricultores y les ahorra tiempo además de permitirles trabajar en mejores condiciones. ¿No te lo crees del todo? Descubre las ideas erróneas más comunes sobre el robot avícola y las explicaciones del equipo de Tibot.
Sumario
1.Los robots avícolas son malos para las aves
2.¡El robot avícola es un cachivache tecnológico!
3. La tecnología siempre es complicada
4. El mantenimiento de un robot avícola debe de ser difícil
5. El precio de un robot avícola es muy alto
1. Los robots avícolas son malos para las aves
En esta época en que el bienestar de los animales despierta gran interés, quizá te preguntes cómo reaccionan los animales ante un robot avícola. Como el robot da vueltas por el gallinero para desplazar a las aves, cabe preguntarse cómo las afecta. ¿Hay riesgo de que los animales se lesionen? ¿Están las gallinas o los pavos expuestos a un estrés adicional?
En ambos casos, la respuesta es no. Los robots avícolas están diseñados para adaptarse a su entorno y al tipo de explotación. Por lo tanto, sólo se necesitan unos pocos ajustes para detectar los animales y estimularlos. Una vez tomadas estas precauciones, sus gallinas o pavos están a salvo. Por el contrario, los comentarios de los ganaderos muestran que el robot ayuda a reducir comportamientos como el picaje. En la práctica, el robot enriquece el entorno: al ser una fuente de distracción, las aves tienen algo que hacer, se mueven e incluso lo siguen. Así que el robot son todo ventajas en lo que respecta a la salud de los animales. No solo actúa como entrenador deportivo al mantener a los animales en buena forma física, sino que también ayuda a reducir el estrés y la agresividad.
Este fenómeno ha sido observado, por ejemplo, por Fabien Le Bihan, criador de pavas reproductoras en Guiclan (Finisterre, Francia). Ha observado una disminución del nerviosismo en sus animales, un efecto que es de especial interés en el momento de la inseminación artificial (IA).
«Nos dimos cuenta de ello cuando el robot se utilizó en la mitad del gallinero. Las pavas que tenían el robot en su zona no reaccionaron de la misma manera que las demás, estaban más tranquilas durante la IA. Podría añadir que un animal activo estará en mejor forma, no empollará y esto afectará necesariamente a la tasa de fertilidad y fecundidad, que son criterios muy importantes en nuestra actividad.»
2. ¡El robot avícola es un cachivache tecnológico!
¿Podría prescindir hoy de sus nidos automáticos? Como ocurrió con estos equipos hace una década, el robot avícola se está convirtiendo en un aparato esencial. Aunque no elimina por completo la necesidad de entrar en su gallinero, proporciona beneficios reales, que han sido medidos.
Reducción de la tasa de puesta de huevos en el suelo y aumento de la productividad
Al molestar a las aves, el robot las anima a poner huevos en el nido. El resultado es un menor número de huevos desclasificados y un mayor rendimiento. Aunque los resultados varían en función de la raza y del uso que cada agricultor hace del robot, siempre son significativos. Benoît Savary, criador de gallinas reproductoras en Bouchamps-lès-Craon (Francia), pudo reducir su tasa de puesta en el suelo del 18 al 3% en quince días, en un lote de 28 semanas, recorriendo su granja dos veces para que las gallinas se movieran.
Fertilidad mejorada
Según un estudio realizado por Hubbard, líder mundial en la cría de aves de engorde, el uso del robot durante dos semanas consecutivas aumenta la actividad de monta en un 30%, con un efecto de mejora de hasta 5 puntos en la tasa de fertilidad.
Ahorro de tiempo
Menos huevos en el suelo significa menos tiempo empleado en recogerlos. De nuevo, las cifras varían en función de las características de la explotación, pero lo cierto es que el robot permite visitar con menos frecuencia el gallinero y sacar tiempo para otras actividades en la explotación. Según las estadísticas realizadas por los equipos de Tibot a partir de los comentarios de los usuarios, el tiempo que se ahorra al día es del orden de 75/90 minutos en las gallinas reproductoras, 90/120 minutos al día en las pavas reproductoras y 45 minutos en las gallinas ponedoras.
3. La tecnología siempre es complicada
¡La tecnología no siempre es sinónimo de complejidad! En realidad, el uso de un robot avícola es muy sencillo. En el caso de Spoutnic, no se requiere ninguna instalación de software o hardware. Por lo tanto, puedes ponerlo en marcha nada más recibirlo.
Todo ha sido pensado para que su manejo sea muy fácil. Pulsas un botón y el robot se pone en marcha, luego realizas los ajuste que desees desde un dispositivo de personalización. Cuenta con una buena autonomía, el robot circula por tu gallinero hasta 10 horas sin que intervengas para nada. Está equipado con una batería, que se recarga conectando el cargador a la red eléctrica.
¡Así que no hay nada demasiado complicado! Además, sigues teniendo el control absoluto de tu criadero: eres tú quien programa el horario (hora de inicio y hora de finalización) y elige los estímulos más adecuados según tu conocimiento de tus aves. Diferentes sonidos y luces, velocidad, adición de banderolas que se agitan... tú determinas cómo actuará el robot en el gallinero, lo único que debes tener en cuenta es que debes introducir un cambio de estímulos para mantener el efecto sorpresa y evitar la habituación de los animales.
4. El mantenimiento de un robot avícola debe de ser difícil
La robustez es un aspecto importante para tener en cuenta en el diseño de un robot avícola. En Tibot, por ejemplo, hemos optado por materiales sólidos y de alta calidad, lo que hace que Spoutnic sea duradero, como explica Edern, nuestro encargado del servicio posventa:
«Las entradas de equipos al servicio posventa son muy escasas y, cuando se producen, son averías comunes, como una bombilla que se funde. Sin embargo, no ha habido ninguna avería relacionada con el diseño. En tres años no he tenido que cambiar ni una sola batería. El parachoques, en la parte delantera, puede aguantar millones de golpes antes de tener que cambiarlo. La capota también es muy resistente: si el robot roza con un pie de cadena o si una gallina le da picotazos, se rayará, pero solo en superficie. Sin embargo, tuvimos un problema con la versión 2 del robot: las gallinas arrancaban los LED de la capota. Los hemos sustituido por una tira de LED fijada bajo la tapa, pero visible a través de una zona transparente. Esta es la ventaja de contar con un pequeño equipo en el que el servicio posventa y el departamento de investigación y desarrollo están cerca: cuando se detecta un problema en el robot de un criador, reaccionamos inmediatamente para solucionarlo y asegurarnos de que no se repita.»
Además, la desinfección se realiza según tu protocolo habitual, por ejemplo en una cámara de nebulización. Resistente al polvo, al amoníaco y al agua, el robot avícola ha sido diseñado para evitar la creación de «nidos de polvo o bacterias». Para limpiarlo, basta con quitar las ruedas y lavarlas con una manguera a alta presión, y luego simplemente pasar una esponja con su desinfectante.
5. El precio de un robot avícola es muy alto
A veces los agricultores consideran que el precio de un robot avícola es elevado, sobre todo porque lo comparan con un robot cortacésped, por ejemplo, o porque consideran que al fin y al cabo es «sólo un robot que circula», pero un robot avícola no se parece en nada a un cortacésped o a un robot aspiradora: su diseño requiere un esfuerzo técnico mucho mayor, ya que funciona en entornos muy exigentes. Además, se encuentra con obstáculos móviles (las aves), a las que no debe daño ni asustar...
Independientemente del esfuerzo tecnológico, la cuestión del precio debe considerarse desde la perspectiva de los beneficios que pueden esperarse razonablemente. En este sentido, los criadores que utilizan Spoutnic (que se vende al precio de 6.800 euros) indican que su robot se amortiza en tan solo 6 a 12 meses.
Nuestros equipos también han realizado un experimento en una granja de 30.000 gallinas ponedoras (raza Lohmann Blanche), comparando los resultados obtenidos entre dos lotes diferentes (uno con robot y otro sin él). Durante una duración del lote de 77 semanas, con un precio de los huevos por kilo de 0.76 euros, el ganadero ganó 400 huevos por nido al día con el robot, con una ganancia total estimada de 10.240 euros.
Como puedes ver, ¡un robot avícola no es un cachivache tecnológico! Es beneficioso para las aves de corral, mejora realmente la rentabilidad de tu granja, sin ser difícil de usar o mantener. ¿Quieres hacer cuentas? Utilice nuestro simulador para averiguar cuánto le cuesta los huevos en el suelo.